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Así debes adaptar tu hogar para personas con problemas articulares

En AgaPharma nos preocupa el bienestar de todas las personas, especialmente aquellas que sufren dolores articulares. Por ello, desarrollamos el tratamiento tópico Artrosy y aconsejamos en todo lo posible a nuestros usuarios sobre los mejores hábitos que deben adoptar para llevar una vida con las menos molestias posibles. En este sentido, hoy queremos hablar en nuestro blog sobre las reformas que se pueden realizar en un hogar para que el día a día de una persona con problemas de movilidad o de articulaciones sea mucho más llevadero.

Según datos de 2016 en nuestro país viven más de ocho millones de personas mayores, de las cuales casi un 87% viven en su propia vivienda (casi dos millones lo hacen sin ninguna compañía). Por lo general, estas personas padecen dificultades para moverse con soltura ya que sus capacidades físicas están muy reducidas, por lo que estos consejos también se les pueden aplicar.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que un entorno adaptado y libre de barreras arquitectónicas permitirá a estas personas llevar una vida más independiente y no requerir de la ayuda de un profesional (o un familiar) para desenvolverse en el día a día, algo que, sin duda, ayudará a mejorar su autoestima. A continuación vamos a enumerar algunas obras que podemos llevar a cabo por nuestra propia mano o con la ayuda de un profesional:

Pasillos: hay que procurar colocar pasamanos en las paredes de ambos lados, así como vigilar que el suelo no sea demasiado resbaladizo (es mejor evitar los suelos pulidos). Las alfombras tampoco son recomendables, sobre todo, si no están bien sujetas. Un detalle importante es que las clavijas de la luz estén colocadas en el pasillo fuera de las habitaciones para que no se acceda a cada una de ellas a oscuras.

Cuarto de baño: se trata del espacio donde más obras hay que realizar. Aparte del lógico cambio de la bañera (si la tuviera) por un plato de ducha, también hay que realizar otras actuaciones como colocar un suelo que sea antideslizante, eliminar cualquier tipo de bordillo o escalón y colocar, sin son necesarias, agarraderas en la pared. Tanto los modelos de inodoro como de lavabo que se coloquen deben ser sin pie para evitar que una silla de ruedas pueda acercase fácilmente.

Recibidor: hay que adaptar el ancho de la puerta principal para que por ella pueda pasar una persona en sillas de ruedas (si ahora no las utiliza es posible que con el tiempo pueda necesitarla). Si vives en una comunidad de propietarios, ese trabajo lo puede realizar una empresa de mantenimientos de edificios.

Sala de estar: en este espacio son varias las cuestiones que hay que tener en cuenta. En primer lugar, es conveniente eliminar los pomos de las puertas y colocar en su lugar manivelas; hay que asegurarse de que las estanterías están bien sujetas por si tienen que servir de apoyo en un momento dado. Por otro lado, hay que eliminar todos los muebles que no sean necesarios y procurar dejar espacios diáfanos mayores de 70 centímetros. En cuanto a los sofás, sería más que conveniente elegir modelos que no sean demasiados altos para que las piernas no estén colgando.

Cocina: todos los artilugios de cocina deben estar en lugares accesibles para evitar que las personas tengan que agacharse para cogerlos. También es recomendable eliminar puertas y colocar baldas a la altura del tronco.

Habitaciones: aparte de tener camas confortables, hay que disponer mesitas de noche que no sean más altas que la cama de 10 centímetros, así se podrán coger las cosas necesarias con más facilidad.