
Estas son las barreras arquitectónicas más frecuentes en los hogares
Para las personas con problemas de movilidad, que sufren dolencias como la artrosis por ejemplo, el día a día en muchas ocasiones presenta dificultades añadidas, aunque no tengan que desplazarse en vehículo o practicar una excesiva actividad o rutina física, pues en su hogar ya encuentran las barreras arquitectónicas suficientes. A continuación vamos a enumerar algunas de ellas para, si es tu caso, te plantees llevar a cabo las reformas oportunas.
Al igual que adaptamos nuestro hogar a nuestros gustos estéticos o costumbres para disfrutar de mayor bienestar, también tenemos que adecuarlo a nuestras condiciones físicas o la de algún miembro de nuestra familia que posea limitaciones en ese sentido. Algunas rutinas como comunicarse con el exterior, comer, manipular objetos o llevar a cabo la higiene diaria, entre otras, pueden suponer todo un calvario.
Accesos: si vives en un piso es obvio que a menos que tu bloque posea un ascensor el acceso a tu vivienda va a ser muy complicado. Estos, junto a las escaleras interiores, son los puntos críticos mayoritarios en bastantes edificios, sobre todo, los que ya gozan de cierta antigüedad.
Anchura de puertas. Se estima que el espacio mínimo libre debe ser de 80 centímetros para permitir el tránsito de una silla de ruedas o de una persona con andador a través de ellas. Dentro de este espacio no debe contabilizarse el ancho de la hoja de la puerta una vez abierta completamente. ¡Ojo!
“Obstáculos” cotidianos. Algunos elementos de decoración como las alfombras o los felpudos pueden contribuir a desplazarse de una habitación a otra se convierta en una carrera de obstáculos, por eso, desde Aga Pharma apostamos por adherirlos al suelo mediante una cinta adhesiva resistente. También hay que tener cuidado de no dejar ningún cable suelto por el suelo, algo muy frecuente en lugares donde se disponen televisores, teléfonos u ordenadores.
Colocación de mecanismos. La disposición de mecanismos como enchufes o interruptores deben ser accesibles para todas las personas, por eso hay que evitar que se encuentren o muy bajos o muy altos. Es recomendable también que todos sean visibles para que puedan ser detectados por personas con problemas visuales.
Vamos a tratar especialmente dos ámbitos cotidianos donde las dificultades están presentes especialmente y que a menudo en su adaptación se requiere del trabajo de una empresa de reformas.
Cocinas. Acercarse a la encimera puede ser para personas en silla de ruedas misión imposible, ya que habitualmente bajo ella se colocan los muebles para almacenar los utensilios habituales. En este caso, hay que adaptarla para que la silla pueda introducirse en su hueco inferior para que la persona manipule los alimentos y trabaje con facilidad. Además, también hay que cuidar la disposición de los diferentes mecanismo de activación y apagado de aparatos electrónicos.
Cuartos de baño. Se trata de otra estancia llena de obstáculos. La operación más común es la sustitución de las bañeras por platos de ducha a ras de suelo, con lo que la persona no tiene que elevar sus piernas para introducirse en ellos. Pero además, hay que disponer habitualmente de accesorios como agarraderas, sillas, lavabos regulables o griferías especiales. Al no ser generalmente espacios amplios, hay que colocar los sanitarios de manera inteligente para que no obstaculicen el tránsito de una silla de ruedas.
Hasta aquí algunos de nuestros consejos. ¡Si crees que han sido de utilidad no olvides compartirlos!